A JULIETA CON AMOR
Esta es mi niña, la de ojitos negros, que alegró el nido.
Cuando ya los otros habían volado.
Del patio arreglado, las carpetas puestas, los adornos quietos.
Ya con tu presencia, sacamos muy pronto y volvió el desorden. Y bendigo esto, con tus besos llenos de dulce de leche, me abrazas y dices: “te amo hata celo”, nos llena la vida de viejos recuerdos, a empezar de nuevo.
Nos da la alegría, a estos dos abuelos, que estaban dormidos.
Ésta es mi niña, la de ojitos negros, cuando llama abuelo, cuando dice abuela, nos hace tan joven, que nos olvidamos que ya somos viejos.
¡Y te amamos tanto! ¡Mi pequeña niña de ojitos tan negros!
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