Regalo de la amiguísima de mi abuela María,
STELLA MARIS TABORO

Orejas especiales



En medio de la selva, se encontraba,

lentamente caminando el elefante

elevaba tu trompa sonando como un parlante.

Fue cuando se acercó un ratoncito

admirado por tanto ruido , aunque no bonito,

notó que las orejas se sacudían con fuerza.

Emocionado llegó hasta una nube donaire

Saltó de nube a nube

mientras abajo seguía

soplando con mucha fuerza

las grandes orejas del elefante.


UN FUERTE ABRAZO A ESE SOLCITO JULIETA